martes, 15 de julio de 2014

MANIFIESTO SURDH


Red Alternativa de Derechos Humanos

1.-SUR.El "Sur" no es solo una referencia geográfica (el lugar en donde
vive la inmensa mayoría pobre del planeta) sino, también, una referencia
eticopolítica que implica la opción por aquellos/as que, el contexto colonial,
patriarcal, de dominio del capital sobre la vida, ha excluido y/o
subordinado: mujeres, sectores populares, pueblos indígenas,
comunidades afro, campesinos/as, personas sexodiversas y la propia
naturaleza. SurDH es un espacio de articulación que se propone pensar y
actuar desde y con ese Sur, acompañando e impulsando luchas por una
vida digna y por un contexto económico, político, social y cultural
radicalmente democrático que la posibilite.

2.-DERECHOS HUMANOS DE “ALTA INTENSIDAD”. Los derechos
humanos son, a la vez, unas herramientas de lucha y un terreno en
disputa. Nos interesa contar con mejores herramientas para las luchas de
los pueblos, por lo que resulta fundamental entrar en la disputa. La visión
hegemónica de los derechos humanos, de anclaje liberal (la que cuenta
con mayor peso en instancias interestatales, los instrumentos, la doctrina y
las corporaciones mediáticas mundiales), focaliza su interés en: a) una
concepción reducida de los derechos civiles y políticos, b) la protección de
los individuos frente a amenazas externas que interfieren con el ejercicio
de la libertad, provenientes fundamentalmente del Estado y,
consecuentemente, en c) un sobredimensionamiento de las obligaciones
estatales de “Respetar” (que implican un Estado que se abstiene de
actuar), descuidando un tipo particular de obligaciones de “Proteger” a las
personas o pueblos de los daños ocasionados por otros particulares
(poderes fácticos) y, sobre todo, de las obligaciones de “Cumplir”, que
garantizan el igual disfrute de los derechos. Las visiones
contrahegemónicas, de “alta intensidad”, son variadas, pero suelen
coincidir en: a) su interés en la igualdad sustantiva, que implica la
interdependencia entre los derechos sociales y el resto de los derechos,
así como la comprensión del derecho a la igualdad y no discriminación
como conjunto de garantías para la igualdad de resultados; b) la actuación
de un Estado Fuerte (para “proteger” y “cumplir”) junto a un pueblo
organizado, movilizado por sus derechos y con crecientes espacios de
autogobierno, c) los derechos colectivos, de los pueblos (entre ellos el de
la autodeterminación) y de la naturaleza y, d) la concepción intercultural,
cosmopolita, de los derechos humanos, que implica un diálogo en proceso
y una interpelación a lo insuficientemente protectora de la dignidad de
personas y pueblos que es la visión hegemónica liberal. SurDH entra en
esta disputa, tomando decididamente partido por la emergencia de un
derecho internacional de los derechos humanos (y sus dispositivos
institucionales nacionales e internacionales) al servicio de todas las
personas y pueblos y en contra de su versión liberal, en donde la “baja
intensidad” los hace insuficientemente eficaces para el logro de su
vocación proclamada. 

3.-DEMOCRACIA SOCIALISTA.La doctrina hegemónica de los derechos
humanos ha reconocido la importancia de un contexto que favorezca su
disfrute, al señalar la interdependencia entre derechos humanos y
democracia. No obstante, limita la democracia a su versión liberal
representativa de las economías de mercado, por lo que el resultado es un
contexto limitante y unos derechos humanos limitados, de “baja
intensidad”. Unos derechos humanos de "alta intensidad" implican, por el
contrario, un contexto democrático, no solo en lo político (ni en su forma
representativa elitesca), sino también en lo económico, social y cultural.
Entender la democracia como gramática de la sociedad y no solo como
régimen político implica su desborde a todos los ámbitos de la vida, en sus
formas participativas, deliberativas, directas y socialistas. Implica el
reconocimiento e inclusión de aquellos sectores excluidos, invisibilizados o
negados; la redistribución de la riqueza, los medios de producción y la
democratización de la organización del trabajo (socialismo); así como la
democratización del poder político y la movilización de las mayorías.
SurDH entiende esta forma contrahegemónica de democracia como
democracia socialista, que se diferencia radicalmente del socialismo
burocrático autoritario del Siglo XX y de la socialdemocracia claudicante
ante el capitalismo. A la construcción de esta forma de democracia de alta
intensidad, asociamos la posibilidad de ampliación del goce efectivo de
derechos de toda la población.


4.-AMPLIACIÓN DE LAS FORMAS DE LUCHA. Además de las garantías
formales de los derechos humanos, judiciales o administrativas, que deben
ser utilizadas; SurDH apuesta por la organización y movilización popular
como garantías del ejercicio y disfrute de los derechos. En ese sentido,
acompaña y promueve la construcción de condiciones favorables para el
ejercicio del poder (político, económico, cultural) de los sectores estructural
e históricamente discriminados y su ejercicio en función de la dignidad
colectiva.

 5.-REIVINDICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DESDE LA
IZQUIERDA. El discurso de los derechos humanos en Venezuela está
secuestrado por el pensamiento liberal. Los sectores liberales
instrumentalizan de manera cotidiana estos derechos para lograr la
deslegitimación de un proceso político en el que el pueblo pobre y excluido
está movilizado en demanda y celebración de sus derechos. Una parte
importante de la izquierda local responde a este secuestro con desprecio
hacia los derechos humanos, considerándolos, erradamente, ajenos a las
tradiciones intelectuales y luchas populares. A juicio de SurDH, cometen
un grave error, pues abandonan un campo de batalla en el que históricas
luchas libertarias y solidarias han dado enormes aportes. La sociedad
democrática alternativa al capitalismo no puede pensarse, a nuestro juicio,
sin la presencia protagónica de los derechos humanos.

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