martes, 20 de agosto de 2013

En busca del socialismo perdido (II)

OPINIÓN
NELSON GUZMÁN
Es importante recalcar que la tarea central del pensamiento burgués es liquidar a través de la propaganda la confianza que se ha ido ganando el socialismo en América Latina. La publicidad crea un individuo alienado, conformado a imagen y semejanza de los valores que genera la sociedad capitalista. Esta vieja estrategia de los medios de comunicación de masas que satanizan a los chinos y a los rusos en sus películas es de vieja data. Durante el betancourismo se le hizo creer al pueblo que los comunistas comían niños, destruían la familia. En Venezuela Acción Democrática, encarnada en la persona de su caudillo fundamental Rómulo Betancourt, inclinó su política económica a fortalecer a un sector medio más cerca de Estados Unidos que de Venezuela. Los gobiernos de la Cuarta República persiguieron y asesinaron a todo aquel que tuviese una ideología contraria a ellos.

El anticomunismo en Venezuela viene desde Gómez y se fomentó aún más en el gobierno de López Contreras. Gustavo Machado por haber dicho en el Teatro Nacional de Caracas ‘yo soy comunista’, tuvo que abandonar el país. La intolerancia había tomado los nervios de la sociedad venezolana. En ese año 36 los trabajadores petroleros en Maracaibo levantaron y paralizaron la industria petrolera, la lucha era totalmente economicista, los trabajadores pedía tan solo un pequeño ajuste de sus sueldos, después de casi dos meses de protestas solo lograron un aumento de un bolívar diario y filtros de agua en los campos petroleros, sin duda el Gobierno utilizó la fuerza bruta para proteger los intereses de las trasnacionales.

La idea del socialismo es instaurar una sociedad liberal, igual ideario tuvo Bakunin, sólo que este último socialista libertario no creía en el Estado, para este hombre el socialismo debía levantarse desde las bases. Marx y Engels por el contrario pensaban que la función del Estado en el socialismo era vital y debía encargarse de controlar a las fuerzas reaccionarias internas que conjuntamente con el capital internacional intentarían subvertir a la sociedad socialista. En el caso de la Unión Soviética, el legado de Stalin fue nefasto para la construcción de una nueva sociedad, impuso el autoritarismo y el crimen. El fusilamiento de Bujarin en 1938 y el asesinato de León en 1941 no hicieron sino fomentar la desconfianza internacional hacia el socialismo.

La lógica del capitalismo es crear un mundo armado, promover las guerras y luego entrar como reconstructores de las ciudades arrasadas. La inconsciencia del Departamento de Estado norteamericano es tal, que se han negado a firmar el protocolo de Kioto, lo cual demuestra que para nada les interesa el planeta. La tierra se recalienta cada día más y a pesar de los riesgos no le concierne a los imperios. El afán de ganancia y de consumo ha llevado al fomento de un modo de vida insostenible para la tierra. Los foros mundiales representan la denuncia permanente de la sociedad neoliberal. La vieja Europa padece la más espantosa de sus crisis en siglos. El neoliberalismo ha pretendido privatizar toda la educación universitaria, esto le ha traído fuertes contratiempos con los estudiantes al gobierno de Piñera en Chile. A esto debo agregar la corrupción de gobiernos como el de Rajoy. El mundo pareciera estallar por todas partes.

Ludovico Silva critica en los socialismos reales los campos de concentración y la reclusión en hospitales psiquiátricos de los disidentes, errores que fueron aprovechados por la derecha para desacreditar al socialismo. La estrategia de la derecha internacional era pervertir la idea de comunismo y meter a los ciudadanos en la esquina del miedo. Es importante resaltar que la tesis central del comunismo marxista es la eliminación de la propiedad privada. Los hombres deben tener derecho a la disidencia. Debe desaparecer la división del trabajo muy propia de las sociedades capitalistas, donde unos hombres se preparan para pensar y otros para los oficios manuales.

El socialismo es la redimensión del hombre. Se debe abolir el dinero. Como lo decía Ludovico emulando a Marx, hay que crear unas sociedades fundadas en el valor de uso y no en el valor de cambio. La sociedad debe marchar hacia la desaparición del trabajo enajenado. La construcción de la sociedad socialista implica la desaparición de la plusvalía y la extinción de la explotación del hombre por el hombre. Los hombres deben trabajar en beneficio de todos, se impondría la economía comunal y de asistencia recíproca. Las trabas de la sociedad capitalista desaparecerían. La medicina no sería un servicio mercantil como lo entienden las clínicas privadas, sino un servicio público. Otro punto al cual debía conducir el socialismo es a la desaparición de las necesidades artificiales.

En la sociedad actual el mercado atiborra de mercancías a los ciudadanos creándoles necesidades superfluas vendidas a precios muy elevados y donde con frecuencia abunda la publicidad fraudulenta. Vivimos en una sociedad que no deja de crearnos estupor por el excesivo consumismo de cosas sin ningún valor. El socialismo debe marchar hacia la extinción de las clases sociales. En la sociedad socialista deberá desaparecer la ideología, pues una falsa conciencia representa la habilitación de un mundo invertido. Esto significará el estallido de una nueva cultura. La prehistoria de la humanidad se convertirá en historia. Para ello, Ludovico consideraba que los medios de comunicación deberán redefinirse como medios de información.

La sociedad comunista significa el tránsito hacia un hombre emancipado, donde las máquinas deberán liberar al hombre del trabajo alienante. El tiempo libre para el hombre nuevo será un factor clave pues es medida de creación y de entrega a grandes tareas. Marx edificó su teoría sobre el ideal de la fuerza, en el mundo material luchan la burguesía y el proletariado. Además han aparecido sectores que han sido menospreciados por el capitalismo como las mujeres, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los minusválidos y pare de contar. La colectividad socialista ha de ser una sociedad de inclusión, de oportunidades, de desarrollo y de maduración de las capacidades del hombre.

El socialismo es la fundación basada en la reciprocidad y la asistencia mutua, es un decir ¡chao! al individualismo que creó el modo de producción capitalista, a esto lo llamó Ludovico la utopía concreta, fue un creyente en el humanismo socialista. Pensaba que el socialismo haría desaparecer el horror de la guerra. La vieja idea de Hobbes de que el hombre es el lobo del hombre desaparecerá. Pensadores como Freud pensaron que en el hombre subsistía la pulsión de la muerte como fuerza destructiva, este tipo de fundamentación no tendría cabida en una sociedad socialista. El socialismo marxista, como el socialismo libertario de Bakunin son teorías optimistas del hombre y de la vida. Los fundamentos de un pensador como Marx se sostuvieron sobre una base científica bien demostrada, en el caso de Marx en obras como El Capital.
20/08/13.-

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