Franz
Hinkelammert
Evidentemente, hoy se lucha alrededor de
una reformulación del estado de derecho. Aparece en EEUU una tendencia a la
concepción del estado de derecho, en la cual es legalizada la existencia de
campos de concentración (como en Guantánamo y otros campos de prisioneris en
Irak), la tortura sistemática y la desaparición de personas. Se trata de un
fenómeno masivo y el gobierno de EEUU lucha por integrar estas medidas en el
propio estado de derecho. A lo que aspira el gobierno es a una especie de
dictadura mundial de seguridad nacional de EEUU, integrada en el propio estado
de derecho.
Tenemos que
ver esta tendencia en el marco de la estrategia de globalización, como llega a
formularse e imponerse a partir del golpe de Estado en Chile de 1973, del
gobierno de Thatcher y del gobierno de Reagan, formulada en el “consenso de
Washington” a inicios de los años 80.
Esta
estrategia efectivamente global, pero lo es en nombre de mercados globales en
manos de grandes burocracias privadas de empresas transnacionales. La
estrategia totaliza los mercados globalmente dadas las nuevas tecnologías
(computación, información, transporte) que permiten eso. Se imponen en nombre
de la eliminación de las tal llamadas distorsiones del mercado, que son
distorsiones desde el punto de vista de estas burocracias privadas, que
producen y distribuyen sus productos (y servicios) globalmente. Los “ajustes
estructurales son pautas para esta eliminación de distorsiones. Se impone a los
Estados y a los gobiernos, convirtiendo las burocracia pública casi en un
apéndice de las gigantescas burocracias privadas. Y hay un aceite para esta
maquinación, que es la corrupción, que cada vez más sale a la luz. Muchos políticos se hacen pagar bien al
vender su patria y su poco honor a estas burocracias privadas.
Distorsiones
del mercado desde este punto de vista son todas las intervenciones en el
mercado con el destino de asegurar universalmente o regionalmente las
necesidades humanas. Por eso son distorsiones: las leyes laborales,
protecciones legales del trabajo (horas del trabajo, trabajo de niños,
protección de la mujer), cualquier política de asegurar universalmente sistemas
de salud, de educación, de vivienda, de seguro de vejez, que tienen que ser
públicas para logra universalidad. Pero distorsión es también: política de
pleno empleo, política de desarrollo en sentido integral, inclusive las
políticas de protección del medio ambiente o de autonomías culturales. Pero
también es distorsión cualquier control de los movimientos de capitales o de
mercancías. En cambio, no es distorsión el control estricto e inclusive
violenta de los movimientos de personas humanas.
Es fácil
ver, esta política de totalización de mercados mundiales lucha en contra de
gran parte de los derechos humanos, cuyo reconocimiento habían logrado los
movimientos populares de emancipación humana desde el siglo XIX. Se marginan o
eliminan ahora. Por supuesto, no se logra todo lo que los estrategas proyectan.
Sería la muerte. Pero todo lo que no se logra en este campo, es considerada una
imperfección de la estrategia, en cuya perfección se trabaja y se sueña. Se
trata de una racionalidad que al soñar produce monstruos.
Sin embargo,
esta estrategia produce efectos, que no se han contemplado al imponerla o que
no se quieren contemplar. Se hacen visibles en amenazas globales, que ya habían
aparecido antes, pero que se profundizan insospechadamente: la creciente
exclusión y marginación de grandes partes de la población human, la subversión
de las relaciones humanas mismas y la crisis del medio ambiente son las peores.
Se van profundizando precisamente por el hecho, de que nuestras burocracias
privadas – que además son propietarios de los medios de comunicación –
denuncian las medidas necesarias para tomar como distorsiones del mercado. Nos
paralizan frente a estas amenazas e impiden una acción eficaz frente a ellas.
Estas amenazas no son de por sí apocalípticas. Hay medidas posibles para
enfrentarlas. Pero se transforman en apocalípticas, si se sigue denunciar estas
medidas necesarias como distorsiones del mercado. Eso les da libre paso. Por
eso no sorprende que el bloque de apoyo más sólido a esta política en EEUU son
los apocalípticos del fundamentalismo cristiano, en cuyas filas se incluyen el
mismo Bush II y muchos de su junta de gobierno.
Se trata de
efectos indirectos de la acción en pos de la estrategia de globalización,
efectos, que muchas veces son no-intencionales al inicio. Hay una discusión hoy
de estos efectos indirectos, que estrategias políticas producen. Esta discusión
aparece hoy en cuanto a la guerra de Irak. Condolezza Rice los analiza muy
correctamente cuando dice:
“Cualquier cambio histórico grande va a ser
turbulento”, expresó. “También es el caso de que cuando los planes se
encuentran con la realidad, es lo que no se pensó lo que en realidad se
convierte en el problema. Así la verdadera pregunta es: ¿puedes adaptarte y
realizar los cambios necesarios?”[1]
Lo dice en
relación al hecho, que el gobierno de EEUU no previó para nada lo que podría
pasar como resultado indirecto y no previsto de esta guerra, es decir, su
empantanamiento en una guerra de partisanas que siguió a la victoria fácil en
la guerra abierta. Efectivamente, lo que
no se pensó es lo que se convirtió en el problema clave de toda la guerra. Y la
pregunta que hace es pertinente: “Así la verdadera pregunta es: ¿puedes
adaptarte y realizar los cambios necesarios?”
Efectivamente
los efectos indirectos se transformaron en el problema clave y toda la
estrategia tiene que redefinirse frente a estos efectos desastrosos. Bush II
hasta habló de un “éxito catastrófico” y este está transformando su victoria en
victoria de Pirro, que dijo después de una victoria de este tipo: otra victoria
así y estoy perdido.
Pero tampoco
Rice contesta la pregunta que hace. El gobierno de EEUU no se muestra capaz
para adaptarse y realizar los cambios necesarios. El resultado es su
inflexibilidad casi absoluta que la obliga a su política de aniquilamiento.
Pide flexibilidad a todos y tiene que hacerlo, porque está absolutamente
inflexible.
Precisamente
eso está pasando actualmente con toda la estrategia de globalización también.
Lo que no se pensó al iniciarla, hoy en la realidad se está convirtiendo en el
problema clave. Las amenazas globales resultan el problema creado o extremizado
por esta estrategia. Todo ahora gira alrededor de ellas.
Mucho
antes que Condolezza Rice Marx analizó el mismo problema al nivel de las
estrategias de mercado y lo hizo con más profundidad:
"En su perplejidad, nuestros poseedores de
mercancías piensan como Fausto: en principio, era la acción. Por eso se lanzan
a obrar antes de pensar. Las leyes de la naturaleza propia de las mercancías se
cumplen a través del instinto natural de sus poseedores”.[2]
Así lanzaron
la estrategia de globalización. Se lanzaron a obrar antes de pensar. Y ahora
entran en una crisis resultante de estos efectos indirectos, en los cuales ni
han pensado. Pedro se convierten en el problema alrededor toda esta estrategia
ahora da vuelta. Bush II hablaba de la guerra de Irak como de un “éxito
catastrófico” Hoy, la misma estrategia de globalización parece ser un “éxito
tatastrófico” Todo el edificio tiembla. Aparecen reacciones y resistencias de
más variado tipo. Quiero mencionar algunas:
-
las
resistencias racionales en función de proyectos alternativos que surgen de los
más variados movimientos populares (Porto Alegre) y que aparecen inclusive en
posiciones, aunque débiles, de algunos gobiernos.
-
resistencias
espontáneas sin proyectos sin conducción clara como en el caracazo de 1989, en
el levantamiento argentino de 1989 y en el levantamiento posterior de 2001, que
derrumbó el gobierno de Argentina.
-
Todavía
siguen existiendo algunos movimientos de liberación de tipo armado.
-
Reacciones
más o menos irracionales en los más variados campos sociales y geográficos: la
ola de asesinatos-suicidios que empezó a fines de los años 70 en EEUU y que se
extendió al mundo entero y un creciente terrorismo de iniciativa privada que
corre por el mundo.
En su raíz
notamos las crisis de inestabilidad, que la propia estrategia de globalización
produce como su efecto indirecto.
Otra vez
viene la pregunta de Rice: “Así la verdadera pregunta es: ¿puedes adaptarte y
realizar los cambios necesarios?”
Evidentemente,
el sistema no tiene ninguna intención de adaptarse o de realizar los cambios
necesarios. Pide flexibilidad a todos, pero declara que no va a mostrar ninguna
flexibilidad. Tiene el lema TINA: There is no alternative (no hay alternativa).
Es lo mismo que decir: no vamos a mostrar ni el mínimo de flexibilidad. El
capitalismo de la estrategia de globalización efectivamente es el menos
flexible de todos los capitalismos que ha habido.
Al ni
considerar los cambios necesarios, la estrategia se convierte en una máquina
aplanadora. Tiene que aniquilar las
resistencias y hacerse terrorista. Por tanto, el terrorismo de estado resulta
inevitable para poder seguir con la estrategia de globalización. De hecho, estaba
ya en sus inicios con las dictaduras de seguridad nacional que surgen en los
años 60 y 70. Se simbolizó por el golpe militar chileno. Hay dos 11 de
septiembre que son el marco del proceso. Desde el 11-S 1973 de Santiago, que
inició la asunción de la Dictadura de SN y a partir del cual se impuso la
estrategia de globalización en AL. Derrocadas las resistencias y los
movimientos populares, vino la democratización que va paralela a la imposición
de las burocracias privadas y sometidas a sus condiciones. Sin embargo, volvió
la resistencia aplastada anteriormente. El segundo 11 de septiembre de Nueva
York dio la ocasión para enfrentarla de manera tan irracional como habían sido
estos atentados. Ahora “lo único que
hace falta” es la guerra antiterrorista igualmente irracional y sin destino.
No se
enfrenta directamente a los movimientos racionales de proyectos alternativos.
Parece que tienen demasiada legitimidad dentro de toda población mundial. En
vez de eso, se los tapa por la guerra antiterrorista como problema único, que
hace invisible el conjunto de amenazas resultantes de la estrategia de
globalización.
Aparece la
campaña de miedo que se basa en el invento bastante arbitrario de una
conspiración mundial terrorista, que hay que enfrentar antes que cualquier otro
problema.
Vuelve la
dictadura de Seguridad Nacional, pero ahora como dictadura mundial de Seguridad
Nacional de EEUU. El primer 11-S creó la dictadura de Seguridad Nacional, el
segundo la recrea.
Pero mucho
de los esfuerzos hacia la dictadura de Seguridad Nacional usan el terrorismo
como pretexto para golpear las resistencias populares en general. El terrorismo
da la pantalla. Se deja de lado estas resistencias cambiando de tema. El tema
del terrorismo es transformado en el único que cuenta y es usado directamente
frente a estos movimientos populares de resistencia. La resistencia a la
estrategia aparece como algo irrelevante al lado de la lucha en contra de la
conspiración mundial. La crítica antiutópica anterior pierde vigencia, igual
como se usa frente a las resistencias alternativas racionales muy poco el
reproche de terrorismo. Son silenciados por el cambio de tema.[3]
El estado de derecho y su subversión.
De esta
manera aparece la tendencia perceptible hacia la recreación de la dictadura de
Seguridad Nacional, pero esta vez a nivel mundial y en el interior del estado
de derecho. Pero a este nivel hoy resulta imposible hacerlo, sin sostener la
vigencia del estado de derecho y de la democracia. La Seguridad Nacional tiene
que ser integrada. Eso lleva a la transformación del estado de derecho que está
en curso.
Analizar
esto, implica también, una recuperación de la historia del estado de derecho
desde los siglos XVIII y XIX. La historia del estado de derecho es una historia
muy accidentada en la cual el estado de derecho de por sí raras veces ha sido
un portador de los derechos humanos. Particularmente importante es el hecho de
que en esa historia el estado de derecho en el siglo XVIII empieza legalizando
el trabajo forzado (por esclavitud); más tarde enviará a la horca a los
sindicalistas en Chicago y, después de la liberación de los esclavos,
justificará la instalación del apartheid (separation)
en EEUU. No concede igualdad a la mujer tampoco. Frente a estas violaciones ni
los esclavos, ni las víctimas del apartheid ni los sindicalistas y tampoco las
mujeres podían recurrir en su defensa al estado de derecho. Ni las víctimas de
la colonialización podían dirigirse a los estado de derecho que los estaban
colonializando buscando protección. El estado de derecho surge sin la mayor
parte de los derechos humanos esenciales referentes a la vida humana, muchas
veces en contra de estos. Es un prejuicio muy bonito y frecuente la opinión de
que el estado de derecho tenga como su esencia la protección de los derechos
humanos.
El núcleo
desnudo del estado de derecho es el principio de contractualidad. Es
constituido por relaciones contractuales entre individuos-propietarios, que
consideran que el hecho de relacionarse con contratos los hace libres. El
propio estado de derecho decide quienes son individuos y quienes no. Por eso,
el estado de derecho todavía en el siglo XIX y muchas veces hasta el siglo XX
no concede este status del reconocimiento legal como individuo-propietario y
por consiguiente como ciudadano ni a los esclavos, ni a las mujeres, ni a los
indígenas viviendo en las fronteras del estado de derecho, ni a los subyugados
del apartheid. Tampoco concede a los individuos reconocidos el derecho de
resistencia frente a las leyes contractuales del mercado. Por eso la
prohibición y persecución de los sindicatos en nombre del estado de derecho.
Sin embargo, es estado de derecho, y muchas veces es democrático.
No obstante,
las luchas de emancipación desde el siglo XIX introducen derechos humanos en
este estado de derecho, y el mero estado
de derecho es transformado en un estado con derechos humanos fundamentales
(estado constitucional). Se trata de una lucha larga y muchas veces exitosa,
que transforma exitosamente el estado de derecho en un estado constitucional
con garantías de derechos fundamentales. Sobre todo después de la segunda
guerra mundial el estado de derecho es en este sentido constitucional. Cuando
los movimientos populares de los años 80 y 90 del siglo pasado en AL reclaman
el estado de derecho, se refieren a este estado de derecho constitucional.
Sin embargo,
cuando lo logran, ya ha entrado en descomposición. Como estos derechos humanos
han entrado en conflicto con la propia estrategia de globalización, en nombre
de la cual se ejerce el poder, estos derechos son progresivamente eliminados o
marginados como distorsiones del mercado. El estado de derecho deja de ejercer
su función de protegerlos.
En esta
situación los nuevos movimientos populares surgen en nombre de los derechos
humanos aplastados y en nombre de su recuperación y ampliación. Surgen frente a
la estrategia de globalización y ahora igualmente frente a la subversión y
vaciamiento del estado de derecho.
Hoy, todos
los movimientos alternativos se ordenan alrededor de la defensa de estos
derechos humanos de emancipación. Se trata de transformar el estado derecho en
sentido contrario a lo que está haciendo la estrategia de globalización
neoliberal, que lo vuelve a reducir a su esqueleto contractual. Desde la perspectiva de los movimientos
alternativos se trata de promover de nuevo un estado de derecho que asuma estos
derechos humanos para darles validez en la sociedad actual.
Estos
derechos humanos de emancipación formulan en términos de derechos la utopía de
liberación. Eso abre el espacio para discutir también los mitos del estado de
derecho, que son los mitos de la legalidad. Implica, a la vez, la necesidad de
introducir en esta crítica la tradición teológica de la crítica de la ley.
Pero la meta
de la liberación aparece ahora en términos de derechos, que tienen forma de
norma. Hay allí una diferencia muy importante con los grandes movimientos de
liberación que surgieron en el siglo XIX, sobre todo el movimiento socialista.
La utopía de liberación no cambia gran cosa. Lo que ha cambiado es la relación
con ella. Creo, que la gran falla de estos movimientos ha sido buscar la
realización directa y linear de esta utopía. Creo además que eso ha sido una de
las razones decisivas para los muchos fracasos del socialismo histórico. Hoy,
la utopía de liberación aparece como un proceso de transformaciones de las
instituciones según derechos humanos.
Sin embargo,
hay que tener presente que se sigue tratando de una relación conflictiva. El
estado de derecho en su desnudez es como el mercado totalizado: aplasta a los
sujetos de derechos humanos. Por
consiguiente, para enfrentar esa dinámica destructora, tanto el estado de
derecho como el mercado han de ser recuperados en cada momento por su
encauzamiento y regulación desde los derechos humanos. Los movimientos de liberación nacidos en el
siglo XIX tendieron más bien a la negación de la propia institucionalidad
(mercado, Estado, etc.). Hoy, por el
contrario, se trata de penetrar y atravesar la institucionalidad en función de
estos derechos humanos.
Pero cuando
se trata de poner derechos humanos en el interior de la institucionalidad
misma, aparece la necesidad de la reformulación del estado de derecho. Los
derechos humanos, generados en una larga historia de luchas de emancipación,
son subvertidos hoy en el plano del estado de derecho. No obstante, la fuerza
que tiene esta abolición de los derechos humanos en el plano del estado de
derecho no viene del Estado mismo, sino viene de la imposición de la estrategia
de globalización como estrategia de acumulación de capital en el plano
económico. Esta estrategia obliga al capital a empujar en lo político la
abolición de los derechos humanos en el interior del estado de derecho.
Aquí ha
cambiado un punto de vista. Los movimientos de liberación del siglo XIX vieron
el Estado desde lo económico. Nosotros, hoy, vemos lo económico desde la
problemática de derechos humanos y su
introducción en el estado de derecho. No hay garantía de derechos humanos sin
una profunda transformación económica. Pero se trata de una transformación
económica, que es condición de posibilidad de una garantía de los derechos
humanos, la cual políticamente no es posible sino por su introducción en el
estado de derecho. Lo económico es última instancia, pero la primera instancia
son los derechos humanos y su defensa desde y por medio del estado de derecho.
Sin respetar lo económico como última instancia eso no es posible. Si se
considera, en cambio, lo económico como primera instancia, los derechos humanos
son subvertidos y finalmente abolidos, independientemente de cuál sociedad se
trate.
De esta
manera puede aparecer el proyecto de sociedad alternativa que corresponda a las
luchas sociales actuales. Se podría hablar de una “dimensión axiológica”
(Ferrajoli) de la acción. Eso da el sentido, pero hay que buscar una palabra
mucho más accesible. Se trata de un proyecto de sociedad, que no hay que
confundir de ninguna manera con algo como un programa de gobierno. Por eso, la
discusión de una multitud de alternativas no lo puede sustituir, porque en el
fondo lo presupone. Sin embargo, expresiones como “sociedad alternativa” y
“otro mundo es posible” pueden dar el sentido de lo que está surgiendo o, al
menos, servir como horizonte de este proceso.
Asimismo
consideramos la elaboración de este proyecto de sociedad de suma importancia,
particularmente porque abre el espacio para la emergencia del sujeto.
Entendemos el sujeto humano como sujeto corporal y, por tanto, como sujeto
necesitado, que reclama y exige el respeto hacia sus condiciones de posibilidad
de vivir y reclama el derecho correspondiente. Lo reclama en relación con otros
sujetos y lo reclama en común. Por tanto, reclama este respeto hacia sus
condiciones de vivir como bien común. No hay ningún derecho (legal) que pueda
fundar este reclamo. Al revés, este reclamo funda todos los derechos humanos
fundamentales, que lo expresan en forma de normas. Desde este sujeto se imponen
derechos humanos, pero los derechos no pueden fundar el reclamo. El reclamo del
respeto de la condiciones de vida antecede a
cualquier derecho, pero exige ser reconocido como derecho humano.
Antecede incluso al derecho de reclamar estas condiciones de posibilidad de la
vida y demanda, a la vez, que este reclamo sea un derecho. Por tanto, reclama un derecho a la vida. Sin
embargo, antecede a este mismo derecho a la vida, ya que una sociedad que no
escucha este reclamo y que no le concede el derecho, no es sostenible.
De estas
reflexiones resulta otra. Se trata de la pregunta: ¿por qué la urgencia de la
garantía de los derechos humanos hoy? Por supuesto, hay muchas razones. Pero
hay una razón muy vinculada con el hecho de la globalidad de la tierra. Hoy la
sobrevivencia de la propia humanidad no se puede asegurar sino por medio del
fomento de una sociedad capaz de garantizar en grado amplio estos derechos
humanos. La sobrevivencia no se puede asegurar ni por simples tecnologías
sociales ni por cálculos de gobernabilidad. Se ha convertido en un problema de
respeto de derechos humanos. En este sentido, se ha convertido en un problema
del ser humano en cuanto sujeto. La estrategia de globalización como estrategia
de acumulación de capital no está solamente en conflicto con los derechos
humanos – de hecho es incompatible con la vigencia de derechos humanos – sino
también con la propia sobrevivencia de la humanidad. El respeto primario por
los derechos humanos resulta hoy la condición de posibilidad de la propia
sobrevivencia humana. También la sobrevivencia de la humanidad es subjetiva en
cuanto los criterios de sobrevivencia de la humanidad no son reducibles a
cálculos técnicos, sino deben tener como fundamento el cumplimiento de derechos
humanos y, por tanto, al sujeto humano como ser corporal y necesitado.
Resulta, que
el denominador común de todos estos movimiento es el reclamo del derecho de la
vida humana, que implica el reclama de la vida de la naturaleza toda. Se busca
una política para la afirmación de la vida.
La integración de la dictadura de seguridad
nacional en el estado de derecho.
Hoy, y
especialmente después del 11-S de Nueva York, se defiende la inflexibilidad de
la estrategia de globalización por la “guerra antiterrorista” y la lucha –
mítica - en contra de una conspiración mundial terrorista. Es una lucha, que
Bush II hasta interpreta como un exorcismo, porque en todas partes se ve
enfrentado con la cara del diablo (the evil’s face). La inquisición no puede
estar muy lejos.
Se trata
ahora de una nueva transformación del estado de derecho, que se encuentra en
continuidad con las dictaduras de seguridad nacional, que siempre han tenido
mucho apoyo de parte de muchos países del norte. Esta dictadura tiene su centro
en la tortura, en los campos de concentración establecidos con fines de tortura
masiva en función de informaciones (en Chile p.e. Tejas Verdes) y la
desaparición de personas.
Si nos
basamos en la teoría de Hannah Arendt, se trata de Estados totalitarios.
Sin embargo,
son totalitarios, aunque no necesitan una mayor censura de prensa. Las mismas
burocracias privadas son los propietarios de los medios de comunicación, p.t.
son voceros de su estrategia. Para imponerla no hace falta censura. Aparece un
conflicto entre libertad de prensa y libertad de opinión. En cuanto los medios
de comunicación caen en las manos de las burocracias privadas, obstruyen la
libertad de opinión en nombre de la libertad de prensa.
Resulta una
paradoja: sociedades con fuertes medios de comunicación públicos autónomos
suelen tener más libertad de opinión que sociedades con predominio de los
medios privados. En general, los medios públicos autónomos son hasta cierto
grado espacios que promueven la libertad de opinión incluso en los medios
privados. Por eso aparecen cada vez más las tendencias de privatizarlas, para
controlar la propia libertad de opinión (Berlusconi, Blair frente a la BBC).
Ahora
aparece la tendencia de introducir este tipo de dictadura de seguridad nacional
en el estado de derecho. Efectivamente estamos en camino a una dictadura
mundial de seguridad nacional de EEUU.La tendencia es general y usa el 11-S de
Nueva York como su pretexto. Se introducen la tortura, los campos de tortura
para la información, y la desaparición de personas. Ya hay miles de
desaparecidos. Hay una continuidad con las dictaduras de seguridad nacional
hasta la actual integración de los rasgos más destacados de esta dictaduras en
el estado de derecho actual. De Tejas Verdes en el Chile de Pinochet hasta Camp
Delta de Guantánamo hay un camino directo.
La misma
tortura es legalizada y burocratizada. El Washington Post dice:
Oficiales del Pentágono dijeron que el grupo
(un memorando del Departamento de Justicia) examinó por lo menos 35 técnicas de
interrogación, y Rumsfield posteriormente aprobó el uso de 24 de ellos en una
directiva clasificada del 16 de abril de 2003, que valía para todas las actividades
de Guantánamo. El Pentágono rechazó publicar estos 24 procedimientos de
interrogación…[4]
Se aprueba y
se aplica métodos de tortura, pero el estado de derecho no se mueve. La
reacción frente a las torturas de Bagdad, parece, ha sido más buen por la
obscenidad de ellas.
El estado de
derecho desemboca en una paradoja. Como estado de derecho declara, que hay
territorios y seres humanos, para los cuales no se aplica. Es el homo sacer que
es recreado.
Por
supuesto, lo nuevo no es que estos estados aplican torturas o las fomentan. A
pesar de toda legalidad siempre lo han hecho. En los primeros meses después de
la guerra de Irak, la tortura se realizó más bien por un “outsourcing” que
entregó esta función más bien a aliados en la guerra. Pero lo mantuvieron en
secreto, aunque muchas veces se trataba de un secreto a voces. Pero cada vez
más elevan esta medidas a nivel de la legalidad del estado de derecho. Hay
sociedades occidentales, que ya lo hacen por medio de declaraciones de la
propia Corte Suprema. Pero eso todavía no es lo general. Sin embargo, la
tendencia está presente. Hay resistencias de parte de la sociedad liberal. No
es seguro el resultado. Pero es llamativo el hecho de que hay muchas fuerzas
que impulsan en esta dirección y que incluyen muchos medios de comunicación.
Haay conflicto y la actual polarización en EEUU lo atestigua.
Aparecen
teorías jurídicas en el mismo sentido. En el momento, en Alemania se discuten
en serio teorías de Günther Jacobs, catedrático de derecho penal de la Universidad
de Bonn. Jakobs quiere introducir en el derecho penal la distinción entre el
derecho penal para ciudadanos y el derecho penal para enemigos. Las garantías
del derecho penal las reserva casi íntegramente para el derecho penal para
ciudadanos. Estas garantías dejan de ser derechos humanos. Para el derecho
penal para enemigos en principio desaparecen las garantías. De esta manera se
integra la dictadura de seguridad nacional perfectamente en la propia teoría
del derecho y, en las definiciones de Jakobs, sería fácil ampliar el ámbito del
derecho penal para enemigos a toda resistencia seria a la estrategia de
globalización. Jakobs da un camino casi elegante hacia esta meta.
El vaciamiento de la democracia.
Esta
transformación del estado de derecho ocurre en sociedades democráticas. Por
eso, la integración de la dictadura de seguridad nacional tiene que ser
democrática. Reducida la democracia a votación y nada más, necesita una mayoría
expresada en elecciones, aunque sean fraudulentas y manipuladas.
Por tanto,
se necesita argumentos, que muy bien pueden ser argumentos engañosos y
fabricados. Su criterio no es ninguna verdad, sino su capacidad de convencer
una mayoría electoral. Aparecen campañas sistemáticas que no cesan nunca. No se
menciona siquiera la estrategia de globalización como condicionante de la
transformación del estado de derecho.
El medio
principal hoy es la declaración de la “guerra antiterrorista”. Nos es impuesta
por medio de grandes construcciones míticas de sentido, con cosmologías completas
y con grandes visiones apocalípticas. Sigue en la huella de las grandes
construcciones míticas del fascismo y nazismo del siglo pasado. Aparece de
nuevo la construcción de una conspiración mundial, que esta vez es terrorista.
Antes era primero judía, con un decisivo acento anticomunista, y posteriormente
– después de la II. Guerra Mundial –comunista a secas. Estas construcciones son
como materia prima de la construcción de conspiración mundial actual. La actual
forma de construcción de la conspiración mundial tiene su antecedente más
directo en la construcción correspondiente durante el gobierno de Reagan, que
por su parte tiene su antecedente en los mitos del nazismo.
Reagan creó una cosmovisión del mundo,
la cual lo veía polarizado entre EEUU como “la ciudad que brilla en las
colinas”, es decir, como milenio presente en nuestro mundo, y una conspiración
mundial de parte de un reino del mal, que tenía su centro en el Kremlin de
Moscú. Era una réplica visible de la cosmovisión nazi con su milenio en Alemania
y la conspiración judía-bolshviki mundial con sede en Moscú, pero también en
Manhattan. En el equipo de gobierno de Reagan estaban muchos que ahora vuelven
a estar en el equipo de Bush II. Vuelven a luchar en contra de la conspiración
mundial ahora formulada entre EEUU como el reino de la libertad y la
conspiración terrorista basada en estados canalla, que esta vez tiene la cara
del diablo (the evil’s face).
Esta visión es reforzada por varias
teologías del fundamentalismo cristiano en EEUU, que hoy es el bloque de apoyo
más importante de la derecha republicana. Su ideología encaja sin mayores
problemas en este espacio mítico. Por tanto, pueden ser la fuerza mayor que lo
sustenta.
Quiero
mencionar tres:
1. la
teología de la prosperidad. Es la teología de un sujeto que se deja aplastar
por el sistema y busca en la riqueza de por sí su afirmación de la gracia de
Dios.
2. las
teologías apocalíticas del fundamentalismo cristiano. Son teologías de
aceptación de la catástrofe que el propio sistema está produciendo. Son
teologías de la aceptación de esta catástrofe como tribulación, que antecede a
la segunda venida de Jesús. No ven remedio para esta catástrofe y denuncian
cualquier esfuerzo de enfrentarla como acción del anticristo. Es teología de un
sujeto aplastado por el sistema, que se identifica con él sin límites,
interpretando la destructividad del sistema como camino de Dios.
3. las
teologías y éticas de los valores morales individualizados. Vuelve una moral,
que se desentiende de todos los grandes problemas morales. En las recientes
elecciones de EEUU el 22% de los electores dijeron, que habían votado por la
recuperación de los valores morales. Entre estos valores no había ninguna
preocupación por los grandes genocidios que están en curso en Irak y que, a
raíz de esta votación por valores morales, se van a extender a otros países.
Tampoco había preocupación por la creciente pobreza en la población humana ni
por la destrucción de la naturaleza. Estos problemas parece que no afectan a
los valores morales por recuperar. Se trata de valores más bien vinculados con
la sexualidad humana. Desaparecen los grandes crímenes de nuestro tiempo y son
desaparecidos en nombre de estos valores morales individualizados. El problema
de los matrimonios de homosexuales parece mucho mayor que cualquier genicidio
cometido o por cometer.
Son
teologías fundamentalistas, pero su vigencia va muchas veces mucho más allá de
los grupos explícitamente fundamentalistas.
De esta
manera la opinión pública es arrollada por la propaganda del miedo. Los
argumentos que se basan en problemas reales de la población pierden fuerza y
parecen débiles al lado del espanto casi-metafísico del terror que inspiran
estas imágenes y mitos de los reino del mal, del diablo, de fuerzas oscuras que
amenazan desde lo desconocido.
Sin embargo,
detrás de estos mitos y fantasmas aparece otro argumento, que los sostiene de
una manera aparentemente racional. Se trata de una argumento, que invierte a lo
que los movimientos alternativos sostienen. Estos sostienen una política de
afirmación de la vida que exige cambios. Sin embargo, también la imposición
ciega de la estrategia de globalización exige cambios. Necesita cambios del
poder para lograr superar las
resistencias en todas sus formas. Frente a los cambios de la estrategia de
globalización que exigen los movimientos alternativos, la ultraderecha en el
poder exige cambios en el ejercicio del poder tales, que la estrategia puede
ser continuada sin mostrar la más mínima flexibilidad. Es un cambio de todas las
reglas de convivencia que permita de marginar o destruir las resistencias sin
respetar ninguno de los límites tradicionales del poder. Este cambio ahora
esgrime igualmente el argumento de la afirmación de la vida, pero en un sentido
contrario a los movimientos alternativos. Se
sostiene ahora, que este desencadenamiento del poder absoluto del Estado
es condición para salvar la vida humana, amenazada por el terrorismo y salvada
por la imposición de la propia estrategia de globalización y por la integración
de parte del estado de derecho de la dictadura de la seguridad nacional. La
ultraderecha llama ahora a afirmar la vida amenazada por las resistencias en
general, pero especialmente por las reacciones terroristas más bien
irracionales.
Ocurre una
inversión del argumento de la vida que sostienen los movimientos alternativos,
para la cual el terrorismo dio la ocasión: salvar vida pasa por el dar muerte.
La tortura salva vida, los campos de tortura salvan vida, la desaparición de
personas salva vidas, la estrategia de globalización, aunque da muerte, salva
mucho más vidas. La propia dictadura de seguridad nacional parece ahora una
instancia para salvar vidas.
El argumento
es fácil. El terrorismo da muerte. Para salvar las vidas amenazadas, hay que
encontrar y eliminar a los terroristas. La muerte de las víctimas inocentes no
se puede evitar sino eliminando a los terroristas. Por tanto, cualquier medida
para eliminarlos, salva vidas.
Lo mismo en
cuanto a la estrategia de globalización, Esta aumento las tasas de crecimiento
del producto, por tanto permite sostener más vidas humanas. Aunque esta
estrategia exige sacrificio humanos, salva como resultado mucho más vidas
humanas de lo que sacrifica.[5]
Eso se
presenta como realismo de afirmación de la vida. Este realismo promueve la
tortura y la desaparición, promueve la explotación y la miseria, pero descubre,
que a través de ellos, afirma la vida de la única manera realista posible.
Desde los
inicios de la estrategia, este argumento aparece por todos lados.
En
este sentido puede servir una cita de un torturador prominente del Campo Delta
en el campo de concentración en Guantánamo, que apareció en el Washington Post:
VanNatta terminó su tarea de
superintendente de Camp Delta en septiembre. Dice que hoy está orgulloso de lo
que él y sus tropas han logrado.
“Se trata del año más importante que
jamás he vivido, porque estoy convencido de que hemos salvado vidas,” decía
VanNatta, quien ahora volvió para dirigir la prisión de máxima seguridad al
norte de Indianapolis.
“Si resulta así como yo creo que
resultará, (Camp Delta) será considerado
la más única prisión jamás realizada. Si resulta que la información que hemos
recolectado salvó vidas, va a ser considerado como uno de lo más adecuado hecho
jamás. Sin embargo, si se comprueba de que no ha habido inteligencia
(información eficaz), entonces todo será visto como acción de un superpoder que
ha usado su poder arbitariamente.”[6]
La cita me
recuerda una anécdota que se cuenta sobre el Gran Inquisidor Torquemada del
siglo XV. Este hizo un diálogo, en el cual se hace a sí mismo la pregunta: Es
lícito, no torturar a un hereje? Y contesta: No es lícito no
torturarlo porque con eso se le quita su última oportunidad para salvar su
alma.
Eso cambia
ahora, aunque continua. La pregunta ahora es: Es lícito no torturar a un
sospechoso del terrorismo? Y la respuesta:
No es lícito no torturarlo, porque con eso se pierde una
oportunidad de salvar vidas inocentes.
El memorando
citado del Departamento de Justicia dice:
…que las leyes internacionales en contra de la
tortura “posiblemente son inconstitucionales (violan la constitución) si son
aplicadas a interrogaciones” llevadas a cabo en la guerra de Bush en contra del
terrorismo…”
Si un empleado del gobierno tortura a un
sospechoso preso “lo podría hacer para prevenir ataques futuros de parte de la
red al Qaeda en contra de EEUU”, decía el memorando… escrito en respuesta al
pedido de consejo legal de parte de la CIA. Añadió que argumentos centrados “
en la necesidad y la autodefensa podrían dar justificación que eliminaría
cualquier responsabilidad criminal[7]
No torturar
resulta ahora ser una violación del derecho y de la constitución, una
irresponsabilidad, una colaboración con el terrorismo frente a la cual la
tortura es resultado de la afirmación de la vida. Es Torquemada, securalizado.
Este tipo de
argumento aparece por todos lados. Apareció también en relación con la bomba
atómica sobre Hiroshima. En una entrevista el piloto responde la pregunta sobre
lo que ha sido lo más importante en su vida:
Obviamente el haber formado y operado el
grupo 509, entrenado para usar la bomba... Originariamente se me dijo que los
bombardeos en Europa y Japón se iban a hacer simultáneamente.
Me atrevo a decir que salvé millones de
vidas al hacerlo, labor que me tomó diez meses y medio.
¿Para usted cuál sería la gran lección
que le dejó haber tirado la bomba?
Diría que lo que aprendí es que si me
proponía algo podía hacerlo. Desde el momento en que me informaron de que esta
arma podía existir yo me dije a mi mismo: si la construyen yo la cojo y la tiro al blanco. Me molesta mucho el
negativismo, la gente que se autoderrota y que no puede hacer las cosas. Yo
podía hacerlo, y sabía muy bien que podía. Y lo hice.[8]
Sobre
un viaje de Condolezza Rice a Europa, hay la siguiente noticia:
La
secretaria norteamericana de Estado, Condolezza Rice, defendió ayer los
traslados de sospechosos de terrorismo a terceros países para interrogarlos,
pero negó que bEEUU practica la tortura. Popco antes de iniciar una gira por
Europa, Rice afirmó que las operaciones encubiertas de la CIA “salvan vidas
europeas”.
…se
negó a abordar directamente las acusacionesw de que la CIA tiene prisiones
clandestinas.”No podemos hablar de informaciones que comprometerían el éxito de
operacionesw militares, policiales o de inteligencia”, dijo.[9]
La tortura,
la bomba atómica, la estrategia de globalización: todo salva vida. Hasta habría
sido irresponsable e inconstitucional no haber lanzado la bomba atómica sobre
Hiroshima.[10]
El
terrorismo del estado se hace pasar como un realismo humanista, verdadera
afirmación de la vida humana.
Con eso el
argumento es completo. Se trata de un círculo argumentativo, cuya estructura lo
encontramos igualmente en todos los totalitarismos anteriores del siglo XX. No
hay más que variaciones.
Tiene una
fuerza muy grande para arrastrar masas a las cuales se ha logrado inculcar el
miedo correspondiente. Hace desaparecer la realidad y desata una fuerza
agresiva inimaginable y sin límites. Cualquier crítica e incluso llamado a la
calma parece una simple traición y una falta completa de realismo.
Si se
impone, arrastra la democracia desde adentro y la transforma en una estructura
hueca al servicio de poderes incontrolables del asalto al poder mundial.
Conclusión:
Estamos en un terreno resbaladizo. Las
tendencias aparecen con toda claridad, aunque todavía no se han impuesto
definitivamente. Hay un conflicto en curso por la estrategia de globalización y
el aplastamiento creciente de los derechos humanos por el estado de derecho y
por la democracia.
Ya en mayo 2005, la secretaria general
de Amnesty International, Irene Khan, decía al representar el documento anual
de la organización:
“Guantánamo
se ha convertido en el “gulag” de nuestra época”.
Amnistía
sostuvo que Washington elude su responsabilidad de sentar normas para la
protección de derechos humanos y lo acusó de crear una justificación semántica
para el abuso y la tortura.
“Los
derechos humanos están amenazados en todo el mundo y Estados Unidos tiene la
mayor parte de la responsabilidad”, dijo.
“Los
gobiernos están despreciando cada vez más el imperio de la ley, siguiendo la
senda de la guerra contra el terrorismo liderada por Estados Unidos”, denunció
la organización.
“Cuando
el país más poderoso del mundo se burla del estado de derecho y de los derechos
humanos, está dando permiso para que otros países cometan abusos con impunidad
y audacia”, agregó.[11]
Igualmente el expresidente Carter pidió
cerrar el campo de Guantánamo:
“Nuestro
gobierno debe cerrar Guantánamo y la veintena de centros de detención secretos
administrados por las auntoridades estadounidenses en cuanto sea posible”.
declaró Carter el martes en Atlanta, al presentar las conclusiones de una
conferencia organizada por el Centro Carter.
Según
un informe de esa organización, Carter pidió detener la política de
transferencia de prisioneros a países en los que se informó de casos de
tortura, y la formación de una comisión independiente habilitada para
investigar sobre lugares de detención de presuntos terroristas en poder de los
Estados Unidos.[12]
A estas críticas contestó primero el
vicepresidente de EEUU, Cheney:
Washington,
30 may (EFE).- El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, dijo hoy
sentirse "ofendido" por un informe reciente de Amnistía Internacional
(AI) sobre los abusos a los derechos humanos de los detenidos como parte
de
la lucha antiterrorista.
Durante una entrevista que será difundida esta noche por la cadena por cable CNN, partes de la cual fueron filtradas a la prensa, Cheney defendió las prácticas de detención e interrogatorios de Estados Unidos.
El informe de AI, divulgado la semana pasada, destacó que los prisioneros en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo (Cuba) habían sido sujetos de diversos abusos, al tiempo que también recomendó su cierre.
"Francamente, me sentí ofendido (por el informe de AI). Que Amnistía Internacional sugiera que de alguna forma Estados Unidos es un violador de los derechos humanos, francamente no lo tomo en serio", dijo Cheney en la entrevista pregrabada para el programa "Larry King Live", de CNN.
Según el vicepresidente estadounidense, los centenares de presos en
Guantánamo "han sido bien tratados, de forma humana y decente".
En algunos casos, las quejas de malos tratos provienen de reos puestos en libertad y devueltos a sus países, y que ahora "propagan mentiras sobre el trato que recibieron", agregó Cheney.
Durante una entrevista que será difundida esta noche por la cadena por cable CNN, partes de la cual fueron filtradas a la prensa, Cheney defendió las prácticas de detención e interrogatorios de Estados Unidos.
El informe de AI, divulgado la semana pasada, destacó que los prisioneros en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo (Cuba) habían sido sujetos de diversos abusos, al tiempo que también recomendó su cierre.
"Francamente, me sentí ofendido (por el informe de AI). Que Amnistía Internacional sugiera que de alguna forma Estados Unidos es un violador de los derechos humanos, francamente no lo tomo en serio", dijo Cheney en la entrevista pregrabada para el programa "Larry King Live", de CNN.
Según el vicepresidente estadounidense, los centenares de presos en
Guantánamo "han sido bien tratados, de forma humana y decente".
En algunos casos, las quejas de malos tratos provienen de reos puestos en libertad y devueltos a sus países, y que ahora "propagan mentiras sobre el trato que recibieron", agregó Cheney.
A estas
reacciones ciegas de Cheney siguieron, como era de esperara, reacciones casi
iguales de muchos funcionarios de menor rango.
Estas reacciones son sorprendentemente
parecidas a todas las reacciones de los responsables de campos de concentración
desde los años 30 y 40. Y siempre sus afirmaciones van unidas a la prohibición de visitas de estos campos, a
no ser bajo estricta vigilancia.
Se nota que el conflicto es serio. Pero,
visto a la luz de los resultados
anteriores, se está escondiendo – también de parte de los críticos del sistema actual – la raíz del problema.
Toda crítica se limita exclusivamente a los derechos humanos de la integridad
física y síquica de la persona humana individual. Pero para que la crítica sea
realmente una crítica a fondo, tendría que partir de la constatación de una
interdependencia de todos los derechos humanos. Llegamos entonces a un circuito
de derechos humanos, que vincula por un lado los derechos de la integridad de
la persona humana y por el otro los derechos humanos de la vida humana, que son
los derechos económicos y sociales, que hoy ya no se puede analizar sin su
ampliación hacia el conjunto de derechos a una naturaleza integralmente
respetada.
La estrategia de la globalización
ha eliminado o marginalizado todos los
derechos a la vida humana. Con eso ha desatado un proceso destructivo tal, que
está provocando por todos lados conflictos y resistencias, que en el marco de
la estrategia no tienen ninguna solución. Al declarar la estrategia su propia
inflexibilidad absoluta, estos conflictos desembocan fácilmente en erupciones
de violencia, que no hacen más que reproducir la agresividad del sistema. En esta agresividad mutua sin ninguna
capacidad de acuerdos amenaza la propia descomposición de la sociedad.
Cuando se produce esta situación, la
inflexibilidad de la estrategia de globalización no se puede sostener más sin
la anulación de los derechos humanos de la integridad corporal y síquica de la
persona humana. Para poder seguir negando los derechos humanos de la vida
humana, se tiene que anular ahora el
conjunto de todos los derechos humanos. Con eso el terrorismo del Estado llega
a ser la única o principal salida.
Por esta razón, si hoy queremos hacer
una crítica realista de las violaciones de los derechos humanos, no podemos
restringir esta crítica a los derechos de la integridad de la persona humana.
En la raíz de estas violaciones está la propia estrategia de globalización.
[1] La
Nación. San José, 30.10.2004 Selección
de New York Times, p.4 (Michael R. Gordon: EEUU no previó una segunda guerra
contra rebeldes.)
[2] Marx,
Karl: El Capital. FCE. México, 1966 I,
p.50
[3] Por
supuesto, eso no significa necesariamente, que se pueda extender la campaña
antiterrorista también a estos movimientos.
[4] Pentagon officials said the group examined
at least 35 interrogation techniques, and Rumsfeld later approved using 24 of
them in a classified directive on April 16, 2003, that governed all activities
at Guantanamo Bay. The Pentagon has refused to make public the 24 interrogation
procedures…
según: Memo Offered Justification for Use of Torture
Justice Dept. Gave Advice in 2002
By Dana Priest and R. Jeffrey Smith, Washington
Post Staff Writers, Tuesday, June 8, 2004; Page A01
washingtonpost.com
[5] Hayek lo
expresa en 1981:
"Una sociedad libre requiere de ciertas
morales que en última instancia se reducen a la mantención de vidas: no a la
mantención de todas las vidas porque podría ser necesario sacrificar vidas
individuales para preservar un número mayor de otras vidas. Por lo tanto las
únicas reglas morales son las que llevan al 'cálculo de vidas': la propiedad y
el contrato". Hayek, Friedrich von. Entrevista
Mercurio Santiago de Chile, 19.4.81
[6] VanNatta
ended his tour as superintendent of Camp Delta in September. Today, he says he
is proud of what he and his troops accomplished.
"That was the most important
year I ever spent, because I think we saved lives," said VanNatta, now
back running the maximum-security prison north of Indianapolis.
"If it comes out the way I think it will,
it will be viewed as the most unique prison environment ever created. If it
comes out that the information we collected did save lives, it will be viewed
as one of the smartest moves ever made. If it's proven that there was no
intelligence, then it's going to be viewed as a superpower using its power
unchecked."
Torture Policy The Washington Post Company, washingtonpost.com Wednesday, June 16, 2004; Page
A26. Staff writers John Mintz, R. Jeffrey
Smith and Dana Priest in Washington and David B. Ottaway in Saudi Arabia
contributed to this report.
En el drama de
Benedetta “Pedro y el Capitán” el Capitán, que es el torturador, habla
exactamente el mismo idioma como VanNatta. Ver: Benedetti, Mario: Pedro y el
Capitán. Nueva Imagen. Mezico, 1979
[7] that
international laws against torture "may be unconstitutional if applied to
interrogations" conducted in President Bush's war on terrorism, according
to a newly obtained memo…
If a government employee were to torture a
suspect in captivity, "he would be doing so in order to prevent further
attacks on the United States by the Al Qaeda terrorist network," said the
memo, from the Justice Department's office of legal counsel, written in
response to a CIA request for legal guidance. It added that arguments centering
on "necessity and self-defense could provide justifications that would eliminate
any criminal liability" later….
según: Memo Offered Justification for Use of Torture
Justice Dept. Gave Advice in 2002
By
Dana Priest and R. Jeffrey Smith, Washington Post Staff Writers, Tuesday, June
8, 2004; Page A01
washingtonpost.com
[8]
Entrevista con Paul Tibbets, coronel, quien con 27 años de edad como piloto
principal tiró la bomba atómica de Hiroshima
el 6 de agosto de 1945. La bomba se llamaba Little Boy y el avión
llevaba el nombre de la madre del piloto principal Enola Gay.
La entrevista la hace
Andrés Jiménez, periodista de la revista colombiana Semana. Reproducida en La
Nación, 22.8.99
[9] El País,
6.12.05 p.1
[10] Se trata
de un argumento que es heredero de argumentos conservadores anteriores. Por
ejemplo, decía el Cardinal Höffner,
Erzobispo de Colonia en Alemania:
“El derecho del Estado
de aplicar la pena capital (derecho de la espada) es un reconocimiento especial
de la invulnerabilidad de bienes humanos, en especial de la vida humana. La
Santidad del orden de Dios se muestra ‘con poder’ en este Eon por medio de la
pena capital.” Höffner, Josef: Christliche Gesellschaftslehre, Kevelaer 1975
p.231
[11] La
Nación, San José, 9.6.05
[12] La
Nación, San José, 9.6.05
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